Drogas, ¿esclavos modernos?

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“La pandemia de locura que tenemos como civilización recién empieza”. Luis Chiozza maestro en psiquiatría argentino

“Perdí tres supermercados, un maxikiosco , vendí motos y seguí extorsionado por los dealers”. Llega a la institución con movimientos involuntarios; era un ser destartalado y envejecido en sus 40 años. Esclavo moderno. Otro paciente me confía que un amigo de la familia le daba 150.000 pesos por semana para el consumo. Este es un perverso, también adicto, que dañaba grandemente a un menor de 16 años con padres también consumidores. Historias reales. ”Incluso llegaba a consumir llorando, odiando lo que hacía, pero lo tenía que hacer imperativamente… no podía parar. Aquí me di cuenta de las consecuencias…”
Una paciente me relataba que recién en una comunidad terapéutica se dio cuenta que tenía un cuerpo. Ya, entonces, estaba en una sala de guardia con sueros para una desintoxicación.
La esclavitud en muchas mujeres adopta características siniestras unidas a la sexualidad en donde muchas quedan sometidas a un Amo que las vende por sexo con el pago a ella de unos pesos y cocaína.
“Las llaves del departamento las tenía él, las claves del celular también; era solo uno objeto. Absurdamente no podía dejarlo, estaba tan enferma que no reconocía las vejaciones y mi cuerpo ya no me pertenecía”.
Es una técnica que utilizo que el paciente, además de las sesiones y encuentros, escriba. Y uno de ellos me dice lo siguiente en un texto titulado: La falsa idea del consumo controlado: “…es una ilusión, un espejismo que me ha llevado a vagar por el desierto de la adicción. Me gustaba creer que podía dominar el fuego que ardía dentro de mí, que podía controlar la pasión que me consumía; pero la adicción es un laberinto sin salida, un camino que se bifurca en mil direcciones y me llevaba a perderme en el infinito”.
Sigue diciendo: “La idea del consumo controlado es una ilusión y ahí me di cuenta de que es una enfermedad crónica, un mal que me consume por dentro y me lleva a perder el control y así me transformo en un prisionero, un esclavo que no puede escapar de sus propias cadenas… pero un día todo cambio en un instante de lucidez comencé a caminar hacia la luz o sea la recuperación… pero todo es solo por hoy”.

MARKETING DEL CONSUMO
El consumo de drogas se ha naturalizado como clima y señal de una época e incluso es visto como una aurora de libertad cuando la escena clínica nos muestra a esclavos del consumo y con daños cerebrales y en distintos sistemas orgánicos y en el psiquismo.
El marketing del consumo es enorme con páginas web que relatan las distintas experiencias psiconáuticas, o sea enseñan a ser un “navegante de la mente” para lograr estados alterados de la conciencia o generar la llamada “magia del caos” (gozar con los estados alterados de la psiquis sin medir consecuencias).
Además, estas páginas web enseñan experiencias con distintas sustancias, sitios que enseñan primeros auxilios psicológicos ante los efectos de las sustancias, antídotos cuando empiezan los primeros signos de sobredosis o ante las depresiones del consumo, formas de enfrentar las psicosis por estimulantes (cocaína , crac, por ejemplo) y todo esto por fuera de los cuidados médicos necesarios en guardias medicas y bajo profesionales especializados.
La industria del cannabis entró en el mercado con los anuncios tradicionales ya ilegales, por lo que se volvieron increíblemente creativos en las redes sociales”, y Drug Watch International (Febrero 2025) nos dice: «El contenido está elaborado por expertos para atraer a los jóvenes».
Un método clave fue el uso de vendedores de aspecto joven en las tiendas de venta de llamados budtenders (amigo de la misma edad) que ayudan a los clientes en la tienda a elegir sus productos de marihuana. Budtender (sommelier del cannabis ) es un símil de bartender (adolescente que vende en los bares alcohol). Además, en U.S.A. se promociona la marihuana como un producto sexy.
Otro tema que descubrieron estos estudiosos internacionales era que se trataba de relacionar el cannabis con el atletismo y la actividad física, lo que resulta atractivo para los jóvenes.
Todo estudiado para producir mas dinero y por ende mas esclavos en este clima de época de eutanasia social.
Cuanto más se conoce el daño de las drogas y el alcohol sobre el psiquismo, el cerebro y el organismo en general más se lo promociona, a pesar de que precisamente lesiona áreas claves de la libertad humana.

SOLO PUEDE EMPEORAR
Según un informe de 2024, el consumo diario o casi diario de marihuana entre los adultos de California se triplicó y el consumo de marihuana durante el embarazo casi se duplicó en la última década. Esto ocurrió a pesar de las advertencias a las futuras mamás sobre los peligros del cannabis en un feto no nacido.
Durante un período de cuatro años entre 2015 y 2019, las visitas relacionadas con el cannabis a las salas de emergencia aumentaron en un 70% en adultos mayores, según el informe.
A nivel nacional, la tasa de uso ha ido en constante aumento, con el 15% de todos los adultos estadounidenses diciendo que fuman marihuana, según una encuesta de Gallup.
El aumento del consumo de cannabis puede acarrear peligros imprevistos: «En todo el país se han disparado los índices de ingestión accidental de gominolas y comestibles de chocolate entre niños muy pequeños porque parecen caramelos».
Las llamadas a los centros de control de intoxicaciones sobre niños de 5 años o menos que consumían comestibles que contenían tetrahidrocannabinol, o THC, aumentaron de 207 a 3.054 en cuatro años, un incremento del 1.375%, según un estudio de enero de 2023.
Cuando el consumo de marihuana se produce durante la adolescencia, es más probable que el individuo se vuelva adicto, según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas.
El consumo de cannabis durante la adolescencia puede interferir con la memoria, la cognición y el crecimiento del cerebro en un momento crítico del desarrollo natural del niño, advierte la pediatra Dra. Megan Moreno, profesora y directora académica de la División de Pediatría General y Medicina del Adolescente de la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin en Madison.
Un trabajo asistencial realizado por la Asociación de Medicina en Adicciones de U.S.A. mostró que se necesitan varios años para que la memoria adictiva vaya supliendo el flash que cautiva por otros placeres más sanos.
El cambio cerebral lleva dos años desde el primer consumo en consolidarse (químicos, eléctricos, emocionales, funcionales y estructurales en algunos casos). Los tiempos de resiliencia (superación de estas adversidades) lleva también dos años para llegar a un proceso de neuro-regeneración ya que las drogas generan un proceso neurodegenerativo.
En la época de la ciencia se ignora el cerebro y las distintas estructuras corporales comprometidas, así como el daño al psiquismo. Business are Business, me decía un viejo maestro en U.S.A. cuando estudiaba ahí. Esta eutanasia socialmente preformada deja mucho dinero. La industria de la producción de esclavos.